Esta semana, tras cinco jornadas de liga, ya se empieza a 'cuestionar' a Mourinho dibujando una gráfica comparativa entre él y Pellegrini en la que saldría ganando el chileno. Si bien estaba a favor de una política continuista que creo que habría sido beneficiosa para el Real Madrid, pienso que, al igual que el pasado curso, no se puede entrar a juzgar tan pronto.
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| En el diario deportivo Sport aparece hoy una viñeta humorística acerca de este tema. |
Hoy se le plantea a José una oportunidad perfecta para revalidar su candidatura a "entrenador perfecto para el Real Madrid". Francia siempre ha sido una tierra en la que los españoles no hemos cosechado demasiadas victorias (véase la dura derrota del pasado año que condenó a Pellegrini), pero creo que, si algo se le da bien a este entrenador es trabajar sobre presión y en competiciones de eliminatorias.
La soberbia de Florentino Pérez ha llevado al Madrid a apresurarse en buscar una hegemonía express tanto en España como en Europa, pero deben darse cuenta, amigos merengues, de que a lo mejor se necesita un año de transición en el que se asienten los cimientos de un equipo sólido, a largo plazo. Creo que ese camino a seguir era el del año pasado, en el que, no olvidemos, se batieron todos los récords de puntos y goles. No obstante, creo que será este el año en que, pase lo que pase, se mantenga al entrenador, por el simple hecho de que no se puede traer a alguien más ganador o mediático que el que ocupa el puesto.
En cuanto a esto, creo que las palabras más acertadas que he leído son del año anterior a comienzo de curso, cuando el director del diario Marca, Eduardo Inda, decía lo siguiente del proyecto Pellegrini (aunque poco más tarde comenzara una campaña de desprestigio contra él):
Así pues, el reto de esta noche no es baladí para 'Mou', porque la afición no quiere más tropiezos, los seguidores blancos necesitan soñar, y el equipo también. Cuando dicen que la continuidad madridista solo bebe de títulos se confunden. Al anterior entrenador le hubiese bastado para continuar al cargo el llegar a semifinales, porque el madridismo lo único que añora a día de hoy es el creer. De ahí que el aficionado blanco(en los últimos años) pase su mejor etapa del año en julio, donde todo son promesas que ilusionan.
De este modo, hoy, como en 1808 lo hicieran nuestros antepasados, comienza una guerra en la que el equipo español busca una identidad propia y reconstruir una autoridad moral en Europa perdida hace años.
